Si te preguntas si el logo de tu empresa transmite adecuadamente tus valores, estás en el artículo adecuado.
Es habitual que, cuando se emprende una nueva actividad comercial, se haga con recursos limitados. En muchas ocasiones se ha de sacrificar algunas cosas y una muy habitual es lo que comúnmente se conoce como «el logo» de la empresa. Desgraciadamente, se percibe como algo que hace cualquiera y no se le otorga la importancia que realmente tiene.
¿Fue tu “logo” desarrollado por un profesional? ¿Crees que transmite adecuadamente los valores de tu marca?
Sigue leyendo si quieres conocer trucos para saber si tu “logo” transmite adecuadamente los valores de tu marca.
Para empezar lo que denominamos “logo”, en realidad puede ser:
- LOGOTIPO: la marca solo se compone de letras (el nombre de la marca), también llamada tipografía.
- ISOTIPO: la marca solo se representa a través de un icono (imagen reconocible). Suele aparecer siempre el icono y rara vez aparece el nombre.
- IMAGOTIPO: la marca se representa con un conjunto de logotipo + isotipo. Es decir, mezcla de letras e icono. Ocasionalmente podrían aparecer por separado.
- ISOLOGO: aquí texto e imagen componen una forma única e indivisible.
¿Sabes ya qué tipo de imagen de marca es la tuya? ¿cuál debo elegir para mi marca?
Para decantarte por una de las 4 opciones, deberás tener en cuenta estos factores:
1. El sector, de los más importantes, nos dará indicaciones de dónde habrá que reproducir esa marca, para tener en cuenta sus adaptaciones en cuanto a tamaños, colores, etc. No se desarrolla el mismo tipo de marca para un restaurante gourmet (reproducirá su imagen en ropa, cartas, manteles, local, etc) que para una empresa de telefonía (reproducirá su imagen en publicidad online, página web, app móviles, facturas, etc).
2. Ha de ser reconocible en todas sus versiones y deberá ser más adaptativa o menos según su ámbito. Hay marcas que no se reproducen en demasiados soportes y otras que sí y requieren de varias versiones.
3. Hay un componente de tendencia a tener en cuenta a la hora de hacer una marca. Aunque no es recomendable seguir modas porque son pasajeras, es inevitable desarrollar marcas que armonizan con los estilos visuales de cada época. Y cuando pasan de moda, todas las grandes marcas han ido adaptando sus imágenes a cada momento haciendo rebranding.
¿Cómo transmitir conceptos concretos?
Como ya imaginas, cada elemento de la marca transmite información al lector: el color, el tipo de letra, la relación de tamaño y espacio entre las letras, las líneas del símbolo… Todas son decisiones muy pensadas y nada es escogido al azar. Si elegiste un color para tu logo porque era tu color favorito: error. El color es uno de los mayores transmisores de sensaciones para el cliente. Son conceptos subjetivos y además socioculturales, pero funcionan. Por eso es conveniente hacer un estudio de mercado del sector y un análisis sociocultural y de competencia para saber dónde nos vamos a mover y contra quién tenemos que competir.
¿Qué tal un caso práctico para entenderlo mejor?.
Pongamos que queremos desarrollar 2 imágenes de marca opuestas, una para una tienda que fabrica joyería artesanal de cerámica, de forma sostenible, para vender en un marketplace famoso, como puede ser Etsy y otra para un restaurante gourmet con tecnología en su local, moderno y elegante.
Personificar la marca, elegir el color, elegir tipografía.
Lo primero, es transformar la marca en una persona. Nuestra marca de artesanía será personificada por una mujer de 45 años, muy activa, que desarrolla muchas tareas, le gustan los detalles, se preocupa por el medio ambiente y tiene un gato en casa. La otra será representada por un hombre de la misma edad, que viste traje y siempre posee la última marca de móvil lanzada al mercado. La marca deberá transmitir todo eso a través del nombre, el color, el tipo de letra y el icono, en caso de que decidamos usarlo.
Los colores muy vivos representan dinamismo y juventud, mucha actividad y movimiento, representan juventud; los colores tierra representan la experiencia, lo tradicional, si son cálidos suelen representar femineidad, sobre todo colores maquillaje, rosa palo, verdes… Los colores azulados, combinados con grises evocan masculinidad. Una combinación de colores vivos y neutros transmite cierta idea de estabilidad, moderno pero sobrio, fiable, que está en el mundo pero que no se deja llevar por las modas pasajeras. Ciertos tonos verdes transmiten ecología y concienciación medioambiental.
La tipografía modulada, o manuscrita, también es representativa de lo femenino. Cuanto más manuscrita más artesanal. Cuando la tipografía es recta, puede mostrar modernidad, tecnología y a veces masculinidad. Cuanto más delgada, más elegante, y si es más gruesa es más rotunda.
Estos son conceptos generales y ni que decir tiene que no son dogmas de fe. Normalmente funcionan asi, pero a veces algo puede transmitir otra cosa distinta según con quién esté combinado. Piensa en una orquesta donde que cada instrumento ha de sonar en su tono. Hay que ser un buen director de orquesta para poner orden en todos estos elementos y que el resultado quede armónico.
Además, ya que la comunicación responde a una interacción entre el emisor del mensaje y el receptor, enmarcada en un contexto concreto, las sensibilidades sociales cambian y lo que ahora representa la femineidad, puede que mañana ya no sea así. Convendría entonces hacer un replanteamiento de lo que decimos, cómo lo decimos y a quién nos dirigimos.
Si quieres avanzar más con tus conocimientos sobre branding, te aconsejo que visites la web de Brandemia, una plataforma digital sobre branding español en la que podrás encontrar recursos muy útiles para mejorar tus conocimientos sobre la identidad de marca.
Y si quieres la ayuda directa de un profesional en la matera, contáctanos para saber qué podemos hacer con tu marca.